Los jugueteros se lanzan a la conquista de nuevos mercados
Varias empresas alicantinas pretenden vender en los Estados Unidos
La baja natalidad en España ha dejado de ser una preocupación para los jugueteros. Pero el mercado está cada vez más reñido. El mundo de los más pequeños, goloso porque implica un gasto en el que no se escatima, es el objetivo de las estrategias de las empresas que buscan arañar cuota de mercado. Por ello, y junto a las apuestas individuales de productos que cada año presentan las empresas de cara, principalmente, a la campaña de Navidad (que aún concentra el 75% de las ventas del año), las jugueteras valencianas empiezan a buscar nuevos nichos de mercado para ampliar su negocio. Es el caso, por ejemplo, de la firma Miniland de Onil, dedicada a la producción y distribución de juegos y materiales educativos para niños. La empresa firmó alianza con la editorial madrileña Sieteaguas Ediciones para lanzar al mercado libros y productos infantiles proyectados conjuntamente.
Los niños empiezan a jugar antes y se busca cómo lograr mantener su interés
Otras experiencias son todavía más incipientes. A raíz de un estudio realizado por la patronal para analizar aquellos canales en los que el juguete no está presente o lo está de forma incipiente, un grupo de cinco jugueteras valencianas trabaja en la definición de un proyecto piloto para introducir una oferta completa con sus productos en comercios especializados en los más pequeños. Y es que, sin dejar de atender los canales tradicionales de distribución, uno de los aspectos que el sector no pierde de vista es que la edad de juego en los niños se está reduciendo. Por ello las empresas buscan formas de mantener el interés de los más pequeños durante más tiempo pero también antes. La iniciativa apuesta por un "juguete más pedagógico", explica José Antonio Pastor, presidente de la patronal juguetera (Aiju). No es la única línea de trabajo con la que se busca una mayor aproximación al consumidor. La venta de juguetes en España todavía está centrada en los canales tradicionales, la venta por Internet "es mínima" y tampoco funciona la adquisición de productos por catálogo como en otros países europeos como Alemania o Inglaterra. Pastor explica, por ello, que la patronal estudia la viabilidad de promover los puntos de venta en la red, un guante que tendrán que recoger al final las empresas y que también se pretende impulsar en 2008.
Las empresas jugueteras españolas exportan de media el 40% de los productos que fabrican, porcentaje que la firma Moltó de Ibi eleva hasta el 60% o del 45% en el caso del grupo Famosa, el mayor fabricante español del sector. Europa es, en líneas generales, el principal mercado receptor de los productos españoles, pero los jugueteros han puesto sus ojos en otros mercados. Estados Unidos es, en esta línea, uno de los más deseados. "El año próximo queremos empezar a exportar a EE UU", explicaba Pedro Moltó, uno de los fundadores de la firma de Ibi. Moltó tiene una filial en México, país con tradición juguetera y una buena puerta de entrada al vecino del norte. El país azteca es, de hecho, el segundo mercado en importancia para Moltó, pero también para Famosa.
A pesar de la fortaleza del euro frente al dólar, el mercado estadounidense es codiciado por su capacidad de consumo. EE UU, asegura Pastor, aprecia el producto español "y ahora aún más si cabe", añade en referencia a la polémica creada en torno a la seguridad de los juguetes que Mattel fabrica en China.
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